Miguel Ángel Sancho (Quart de Poblet; 1990) no está hecho con un molde al uso. El saltador es un joven diferente. En todos los sentidos. Para lo bueno y para lo malo. Y es terco como él solo. Ya puede estar su entrenador diciéndole durante un año entero que si salta de tal forma acabará haciéndose daño, que no cambiará hasta que él sienta en sus carnes que es perjudicial.

El pupilo de Pepe Peiró lo ha aprendido este año, el día que su poderosa palanca, su pierna de batida, la izquierda, se averió. Ha tenido que aparecer una tendinitis rotuliana para que Sancho comprenda que debe saltar de otra forma, sin flexionar tanto, haciendo menos fuerza, como le decía Peiró desde hace tiempo.

La lesión estuvo a punto de arruinarle la temporada, pero la Federación Española no estaba dispuesta a perder a uno de sus júniors más valiosos y se lo llevó a Madrid. Allí, en la Blume, en la residencia para deportistas, se puso en manos de Ángel Basas, el fisioterapeuta que cura las rodillas con un protocolo de 100 días. Sancho, con el Europeo júnior a la vuelta de la esquina -hoy disputa la calificación y mañana, la final-, hizo una versión reducida: tres semanas en Madrid y una en Valencia supervisado por Josep Benítez.

Basas recuperó su articulación gracias a la electroestimulación y a los ejercicios excéntricos. La reválida llegó en el Campeonato de España júnior, donde saltó 2,15 y paró, y en el Autonómico, donde venció con 2,10. Hoy, en Novi Sad, debutará con dudas y algo de miedo todavía por sacudirse de su rodilla. «Me ha faltado hacer una competición fuerte y poder sentir que estoy bien», explica Sancho.

El valenciano irrumpe en Novi Sad, al norte de Serbia, una ciudad que ha crecido sobre el Danubio, como el líder europeo del año (2,25) después de una temporada invernal sobresaliente con el récord de España sobre 2,27 y su debut, en Turín, en un Europeo absoluto.

Su gran momento llega este fin de semana. Aunque el entrenador padece por su alumno. «Lo que más miedo me da es la recuperación del jueves al sábado. No sé cómo está para disputar dos concursos en tres días». Si todo sale bien irá el siguiente fin de semana a Barcelona, al Campeonato de España, y ahí se detendrá.

Sancho no será el único valenciano en el Europeo júnior. El alicantino Eusebio Cáceres, que también arrastra una lesión, lleva la segunda mejor marca en longitud y 100; además, Antonio Martínez (200 y 4×100), Jorge Gimeno (longitud, triple y 4×100) y María Martín-Sacristán (4×100) .